Esto es lo que llevo oyendo varios días detrás de la puerta de esta habitación.
Toc toc, ¿se puede? ... y yo no contesto. Me quedo en silencio y me pierdo, mis ojos no, ellos miran a un punto fijo. Miran arriba, más arriba, allí en lo alto. Según se va haciendo de noche el alto se ilumina, la iglesia del Tibidabo sigue siendo la referencia de mi mirada, y así no termino de perderme.
Vuelvo a oirlo: Toc toc, ¿se puede? ... entonces siento pánico. Llamo al otro lado de mi chalet: Bárbara, ¿puedo bajar?
Me tranquilizo y me digo: ¿por qué no? si va a entrar en la habitación de todos modos. Vuelvo a mi habitación.
Toc toc, ¿se puede? ... y pienso que quizás no este tan mal, que disfrutaré, pero sigue habiendo algo que me dice: Ojalá no tuvieras que abrirle.
Toc toc, ¿se puede?... y por fin reacciono, mi mente sale del coma. Siempre me he sido buen afintrión, y no me gusta que mis visitas se sientan icómodas.
¡Está bien, pasa! -le grito- ¡No espera!
Se puede- le digo- pero no entres hasta el 25 por favor.
Escrito por MAdrid Blues a las 14 de Junio 2006 a las 12:21 AMel 25 está cerca, ánimo y suerte.
bsots
...vaya vaya...q mal anfitrion!!! ahi dejando esperar.... :Pp
Un besazo wapisimoo!!
Pd: Toc toc , se puede? :P