...pues sí, ya es veintitrés, el veinticinco sigue esperando en la puerta. Pero está cómodo, le saqué una silla y todo para que esperara sentado, y todos los días le doy de comer para que no me pase hambre. La verdad, Ana Rosa, es que ya tengo ganas de que entre, quizás de saber que está ahí, esperándome, pues le he cogido cariño, vete tu a saber, porque estas cosas son así.
El caso, Ana Rosa, es que la tierra tira, y aunque no me importaría estar aquí, la morriña creo que también está empezando a rondar por mi puerta. Tengo ganas de volver a Madrid, de ver a mis amigos, quiero intentar "ganarme" a mi prima Paula, que casi no me conoce y volver a ver mi prima Alba. También a mi hermano... Pero la semana pasada un "petit comité" de marileñas de pro vino a hacerme una visita extra-ordinaria. Mi madre y mi tía ya estuvieron, pero a mi abuela le hacía mucha ilusión ver Barcelona. La subimos a un bus turístico de esos que van siempre llenos de "guiris", para que no andara mucho la mujer, y ella más feliz que un regaliz... y lo que podrá contar a sus amigas...
Bueno, Ana Rosa, que me enrollo como las persianas y tengo que irme a darle la merienda a la voz del otro lado de la puerta.
Y felicidades por tu programa, lo veo siempre. Sigue así de guapa. Un beso.
Mi madre y yo en el "Bus Turístic"
Mi tía y mi abuela en el Funicular del Tibidabo
Esto es lo que llevo oyendo varios días detrás de la puerta de esta habitación.
Toc toc, ¿se puede? ... y yo no contesto. Me quedo en silencio y me pierdo, mis ojos no, ellos miran a un punto fijo. Miran arriba, más arriba, allí en lo alto. Según se va haciendo de noche el alto se ilumina, la iglesia del Tibidabo sigue siendo la referencia de mi mirada, y así no termino de perderme.
Vuelvo a oirlo: Toc toc, ¿se puede? ... entonces siento pánico. Llamo al otro lado de mi chalet: Bárbara, ¿puedo bajar?
Me tranquilizo y me digo: ¿por qué no? si va a entrar en la habitación de todos modos. Vuelvo a mi habitación.
Toc toc, ¿se puede? ... y pienso que quizás no este tan mal, que disfrutaré, pero sigue habiendo algo que me dice: Ojalá no tuvieras que abrirle.
Toc toc, ¿se puede?... y por fin reacciono, mi mente sale del coma. Siempre me he sido buen afintrión, y no me gusta que mis visitas se sientan icómodas.
¡Está bien, pasa! -le grito- ¡No espera!
Se puede- le digo- pero no entres hasta el 25 por favor.
9 de junio
you're so good to me, josephine
i feel pretty good, i feel all right, and i 've thinking i'll spend the night
son horas muy intempestivas, de esas de cuando el tiempo duerme con mi compañera de cuarto, tienen sueños de ascensores sin techo para encerrar las guerras, que suben, que bajan.
Es un rincón abierto, es bárbara escuchando música sin complejo de bárbara a las cuatro de la mañana. Los wallflowers, flores ornamentales de papel de pared; me gusta esa canción, la de josephine. Es de un hombre que llora la distancia mental con una chiquilla que seguro que sabe a azúcar y a tangerine, que no sé lo que es pero parece mandarina, aunque saber a mandarina y a azúcar, naranja y blanco, es extraño. Me resulta rara, hay cosas que no entiendo, pero el hombre parece muy sentido y ella está preocupada porque sus amigos no le hacen caso, y él tiene que dormir en el suelo y la contempla y se da cuenta de lo pederasta que es... diciéndole mentalmente cosas pero siempre tiene que desconect su heart... y al día siguiente la llevará a casa. Es bonita. un momento de una historia y el cantante da a la voz la carga emocional suficiente. you are so good to me. El resto de la canción es suave, tranquila, reflexiva hasta que llega a un estribillo más de reventar profundo, más emocional, realmente sentido, de un sentimiento que se sabe sentimiento, que él ha pensado, y se convierte en pensamiento inteligente o imaginación: y le dice que seguro a tangerine. Yo estoy casi segura, que el hombre tiene una camioneta ford azul y vive en una caravana en algún claro de bosque de algún estado de estados unidos con bosques y claros, y una josephine que va a escuela privada y tiene un poco de lolita, con falda y ojos azules, y labios muy muy rosas y rojos, que seguro que sabrán just like sugar, and tangerine.
me estoy meando. Mearé y me iré a la cama. ah! y un vasito de agua Día. de botella, que el otro día no tenían garrafas. puto día.
Turó Parc...en Sarriá todo el mundo (parece) feliz...
Vuelve a ser domingo.
Pero domingo 11 de junio.
Han pasado 40 domingos ya.
Algunos allí, los más aquí.
Lo dicho, vuelve a ser domingo.
Domingo 11:
Me he levantado tarde, muy tarde; ayer conocí la meca gay de esta ciudad. He comido con Barbarella ensalada de judías verdes, esa que ayer por la noche no apetecía nada porque los viernes no se cena verdura. Me he tomado un café y un respiro vía msn con la capital. Y me he cogido el libro que llevo meses para terminar y me lo he llevado a unos de esos parque en los que la gente siempre está feliz.
Casi lo termino de leer, pero la conversación entre dos clones de María Castaño sobre la nueva correa de cuero que le había comprado una a su perrito Mr. Guau ha podido con mi capacidad de concentración y he decidido que ya lo terminaré esta noche.
Ahora escucho a "the Zinedines", no suenan mal, pero en domingo es peligroso. Me voy a hacer la cena ya, que Barbarella me va a llevar a la fimoteca y la peli empieza a las 10.
Feliz semana
P.D. ARRR... QUITECK!!! sonaba demasiado pretencioso y además la gracia de imitar al Capitán ARRR.. de lo Simpson no ha tenido mucha acogida. Prefiero escribir como MAdrid Blues. Me pega más jejeje.
Barcelona, 5 de la mañana...